Huecos Sociales

Problemas que le interesan a la sociedad costarricense

Desde el fondo

En muchas ocasiones pensamos que las personas que están en las calles, son vagabundos y están así porque se lo buscaron.
Pero en realidad son personas que fueron como usted o como yo, son personas que en algún momento enfrentaron un problema y no lograron buscar una mano amiga, si no que su refugio más cercano fue la droga o el alcohol.
Y pensamos, bueno pero eso a mí no me va a pasar, es muy sencillo ver como dicen, “los toros desde la barrera”, pero que pasa cuando somos nosotros los que estamos sumergidos en el alcohol.
Hoy quiero compartir con ustedes, mi experiencia en algunos centros de rehabilitación, que me hicieron recapacitar como ser humano y pensar que lo que me pasa, no se compara a lo que estas personas han vivido a tan corta edad.
En el centro de rehabilitación de hombres del sector de Alajuelita, me encontré con varios muchachos, que me contaron sus experiencias en el alcoholismo y la drogadicción.
Pero de todas las que me contaron me llamo la atención el caso de “Juan” este muchacho con tan solo 25 años de edad compartió conmigo su experiencia:
“Tengo 10 años de estar en las calles, consumiendo, alcohol o cualquier tipo de droga, realizando cualquier maldad para conseguir comida “la droga”, he dormido en las calles, debajo de la lluvia, he pedido en las calles debajo del sol que quema los pies, durante dos años no me bañe ni me cambie nunca la ropa porque no tenía donde hacerlo, ni ropa que cambiarme, mi vida no valía nada, no me importaba dormir y nunca más despertar, eso no era importante.”
“En dos ocasiones estuve en el psiquiátrico por sobredosis, pero mi estadía era muy corta porque buscaba las formas de fugarme, ya que mi prioridad era la calle y la droga, un día, escuche una voz interna que me decía, ya no quiero esta vida, ya no quiero seguir consumiendo drogas, ya no quiero seguir viviendo en la calle y sin pensarlo me encontré con el Centro de Rehabilitación, donde me extendieron una mano amiga, me bañaron, me dieron de comer y me ofrecieron una cama donde dormir, hoy soy un hombre nuevo, llevo a Dios en mi corazón, y cada día que me despierto tengo un motivo especial, seguir luchando por mi vida y contra esta terrible enfermedad que se llama drogadicción, hoy quiero vivir, quiero correr, quiero trabajar, quiero demostrarle al mundo que puedo ser una mejor persona.”
Otro de los casos que me llamo poderosamente la atención, fue el de “María”, una mujer de tan solo 23 años, que carga bajo sus espaldas 8 años de drogadicción, alcoholismo, violaciones, entre otras cosas, igual que “Juan”, vivió en las calles, no le importaba si sus dos hijos tenían que comer solo le importo, conseguir su droga que era su sustento diario.
Con lagrimas en los ojos “María”, nos cuenta como llego al centro, y como logro salir de este duro camino que la llevo a perder su familia, sus hijos y su vida por completo, hoy es una mujer nueva, llena de mucha esperanza, sabe que le queda mucho por enfrentar, pero está dispuesta a todo lo que se le ponga en la vida porque ya toco fondo, ahora solo le toca empezar a subir y hacer esta segunda parte de su vida mejor.   
Así como estas dos personas existen miles en las calles y cientos en los centros, tratando de buscar una mejor posibilidad de vida.
Estos simples seres humanos como usted o como yo, tocaron fondo, pensaron que sus vidas no valían nada, que vivir no tenía sentido, perdieron su familia, “amigos”, todo lo que algún día tuvieron, ya no lo tenían, solo su fiel compañera, la droga.
A pesar de sufrir esto, buscaron las fuerzas en Dios y en ellos mismo y lograron salir del fondo, ahora su vida está llena de cicatrices que nunca desaparecerán, pero cada una significará una cuota de valor para saber que ya no les queda más que seguir subiendo, hasta lograr encontrar un espacio en esta sociedad tan sucia en la que vivimos todos los días.
Por eso no piense que por ser usted, no le puede pasar, porque los problemas no elijen persona, ni nivel social.
Tocar fondo en su vida, no es malo, lo malo es no querer salir de donde estas, o simplemente no querer que le ayuden.
“Cada lágrima, cada herida, cada cicatriz, nos enseña que, sin importar la situación que estés enfrentando, siempre abra una salida y una persona que te extenderá la mano.”

Tierra de caníbales

En los últimos días, por no hablar de los últimos años, la sociedad en general nacional e internacional, ha venido presentado descensos en carreteras todos los días, cada minuto, si lo vemos fríamente.

Todos los días la gente se pelea en las calles por irrespetos a la Ley, porque se te metió en el camino le tocamos el “pito” y hasta como decimos los ticos “le mentamos la madre”.

Y es que cada ser humano una vez que se sube a un automóvil o la motocicleta se transforma y se vuelve una persona salvaje, que no razona, persiguiendo su único objetivo llegar a tiempo a su destino final, sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo. Si, somos un montón de ciegos des razonados, con el poder de matar a quien está al lado y a nosotros mismos.

Mientras tanto quienes vemos morir todos los días a la gente en carreteras por irresponsabilidades de licor o irrespeto a las señales de tránsito, le echamos la culpa al Gobierno, a la Asamblea, pero serán ellos los verdaderos responsables de que la gente siga matándose en carretera.

Hagamos conciencia de verdad y empecemos a cambiar cada uno de nosotros, porque aunque existan las leyes más pesadas en términos viales, la gente se seguirá matando en las carreteras, porque nos hemos vueltos salvajes.

Hoy vivimos en una selva llena de caníbales sedientos de sangre, es nuestra decisión seguir actuando como caníbales o tomar conciencia, respetar la Ley y sobre todo respetar que no somos dueños de la vida de quienes nos rodean y que tenemos que respetarnos a nosotros mismos y a quienes tenemos al lado.

No más sangre en carreteras, no más borrachos detrás del volante, no más jugar de “rápidos y furiosos”.



¿Qué esta pasando?

Este mes las calles y principalmente las familias costarricenses se han teñido de luto, y la pregunta clásica es, ¿qué está pasando?.

Y lamentablemente mucho de lo que está pasando, es lo que el ser humano construye con los actos, sí, el ser humano es irresponsable, no piensa en las consecuencias de sus actos, solo piensa en sentirse bien sin importa que muchos de sus actos afectan a personas que no tienen la culpa de lo que está sufriendo.

Piensa por un instante, que puede pensar un chofer borracho cuando toma las llaves de su carro y decide manejar hasta su casa, que lo puede hacer, que se siente en capacidad para hacerlo, que consideras que piensa un asaltante cuando esta acechando a su presa, que lo puede hacer que, es capaz de cualquier cosa para conseguir lo que quiere.

Todos esos pensamientos pasan por la mente de una persona irresponsable que no se da cuenta que con lo que está pensando afectara la salud y la vida de otro ser humano, que no tienen la culpa de lo que le está pasando en su vida en ese momento.

Ante este panorama es tan ilógico que quienes provocan un accidente por irresponsabilidad sean los menos afectados, que quienes andan por la calle felices y tranquilos.

Costarricenses, hagamos conciencia de lo que estamos haciendo y provocando con nuestros actos, dejemos de hacer sufrir a quienes no tienen como dicen “vela en el entierro”. Hagámosle frente a nuestros problemas de la forma más sabia y dejemos que los demás sean felices, porque ya llegara el momento en el que tú también sean feliz.

Es hora de hacer un alto en el camino y empezar a medir nuestros actos, ser responsables con nuestra vida y sobre todo respetar la vida de quien está a nuestro alrededor.

Alto a la delincuencia porque tanto es culpable quien anda un arma dispuesto a matar a quien se le ponga en frente, como quien se monta en un automóvil dispuesto a pasarle por encima a quien se le ponga en frente.

No más violencia, no más dolor, no más luto para nuestras familias costarricenses, y es que el problema no es solo del gobierno si no de cada uno de nosotros que no ponemos nuestro granito de arena por fomentar paz y armonía en este gran hogar que llamamos “Planeta Tierra”.

Japon en crisis

El 11 de marzo será ahora recordado en la historia del mundo, como es recordado el 11 de septiembre, con la diferencia que en esta ocación fue el poder de la naturaleza la que provoco segmegante crisis en Japon.

Hoy Japon esta viviendo una terrible crisis, empezando por la debastación que el tsunami dejo con su paso, los centenares de muertos que llevan hasta el momento, lo peor de todo es que la tierra no se deja de mover.

Pero no es solo el movimento de la tierra, ahora también deben estar pendientes de las bases nucleares por posibles expliciones a la fecha ya dos han explotado y toda la población al rededor de 20 km a la redonda se esta evacuando.

Es el momento de que todos los paises se unan en una sola oración para que el pueblo de Japon pueda salir adelante.

http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2011/03/110313_ultnot_mil_cadaveres_japon_fp.shtml

Menores corren peligro

En los últimos días el Hospital de Nacional de Niños ha recibido menores con impactos de balas, señores, ¿qué está pasando con la manipulación de armas en nuestro país, quien tiene la culpa?

 Recapitulando un poco estos terribles sucesos el pasado 03 de agosto una menor de 11 años llego al Hospital de Niños con una herida de bala en el tórax, recibida tras manipular un arma de su padre. Ayer una niña de 4 años fue herida por una bala perdida al parecer esta salió del arma de un vigilante, para finalizar estos terribles sucesos una directora de un colegio mure después de que un menor le disparara.

Todos estos sucesos nos dejan un sin sabor terrible y un temor por saber ¿qué es lo que está pasando? y ¿porque estos menores tuvieron en sus manos la posibilidad de manipular un arma?

 Podemos pensar que, gracias al crecimiento de la inseguridad ciudadana que se ha venido viviendo en los últimos años, las personas deciden comprar un arma para tener como defenderse ante un posible asalto, pero realmente esto es un arma de doble filo, ya que no le damos el cuidado que deberían tener.

 El descuido es tan grande que se llega al colmo de dejar estas armas a vista y paciencia de todos los miembros de la familia como; la "típica familia confiada", pensando que nada va a pasar, y encontramos estos resultados tan terribles. Si bien es cierto la sociedad tiene derecho a decidir como se siente más seguro, pero también tiene el deber de velar que estos métodos sean seguros para quienes les rodean.

Paremos esta masacre con nuestros niños, como padres prestémosle más atención a lo que están haciendo, si deciden comprar una arma para su seguridad y la de quienes les rodean démosle una manipulación correcta.


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Menores manipulan armas sin control, ¿quién tiene la culpa?

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